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MIS ARTÍCULOS: TDAH-like en perros, ¿Qué sabemos sobre los perros con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad?

González-Martínez, Á., Muñiz de Miguel, S., & Diéguez, F. J. (2024). New Advances in Attention-Deficit/Hyperactivity Disorder-like Dogs. Animals, 14(14), 2067.


Cada vez más tutores consultan por perros que parecen “no parar nunca”: no atienden, son impulsivos, se sobreexcitan con facilidad, duermen poco y tienen comportamientos difíciles de controlar. ¿Es solo un problema de educación… o puede haber algo más?

En esta revisión científica, se analizan los avances más recientes en el estudio del Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH)-like en perros, un síndrome que presenta sorprendentes similitudes con el TDAH en humanos.


¿Qué sabemos hasta ahora?

🔹 Síntomas principales: impulsividad, hiperactividad, déficit de atención y, en algunos casos, agresividad, comportamientos compulsivos, miedos o problemas de eliminación.

🔹 Origen multifactorial: se trata de un trastorno del neurodesarrollo donde intervienen factores genéticos, ambientales y neuroquímicos, con alteraciones en la serotonina, la dopamina y la noradrenalina, igual que en las personas.

🔹 Diagnóstico complejo: no existe una única prueba diagnóstica. Se necesita una evaluación clínica completa, el uso de cuestionarios validados y, en ocasiones, pruebas para descartar causas médicas.

🔹 Razas predispuestas y factores de riesgo: algunas razas como terriers, pastores o perros de caza parecen más predispuestos. Factores como la falta de juego social, el castigo, la separación temprana o el exceso de estimulación también pueden influir.

🔹 Tratamiento: el abordaje debe ser individualizado e integral. Incluye:

  • modificación del entorno y rutinas,

  • enriquecimiento ambiental,

  • ejercicios de relajación y autocontrol,

  • y, en algunos casos, tratamiento farmacológico con fluoxetina u otros psicofármacos.


¿Por qué es importante?

Porque no se trata de perros “mal educados” o “dominantes”, sino de animales que, como algunas personas, tienen un trastorno que afecta a su forma de procesar el entorno. Comprenderlo y tratarlo adecuadamente mejora su calidad de vida… y la de quienes conviven con ellos.


¿Tienes un perro que parece no poder parar?



La ciencia veterinaria también avanza en salud mental animal. No estás sola/o. El primer paso es comprender.

 
 
 

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